
La línea que nos separa.
Derrotada tras múltiples intentos fallidos de encontrar empleo, Yooha Lim, una joven de 24 años, regresa a la casa de su familia con la tristeza a flor de piel. Allí se topa con Jimin Kyu, el hijo menor de los dueños, conocido por ser un fastidio constante. Su primer encuentro se caracteriza por una frase grosera y absurda de él. Esto lleva a Yooha a una firme resolución: evitar a toda costa a ese joven maleducado. Sin embargo, la convivencia bajo el mismo techo plantea una pregunta incómoda: ¿podría surgir un romance inesperado? Para Yooha, la respuesta es un rotundo no, estableciendo una frontera clara e inviolable entre ellos.