
No te enamores de un espíritu como yo!
Reencarnada como "Asella", el Espíritu del Viento, era sólo una extra en la novela y la más débil de los Espíritus. Asella era tan impotente que sufría el acoso constante de sus compañeros Espíritus, pero se tragaba su rabia para sobrevivir. Según la voluntad de Dios, cada Espíritu debe hacer un juramento vinculante con su caballero predestinado, pero resultó que Asella hizo un pacto nada menos que con el prestigioso Comandante de las tropas del Imperio, ¡¡¡"Lasez Siertensia"!!! ¿"Lasez"? ¿No muere su Espíritu durante la primera batalla?". Para sobrevivir, tendrá que empezar por romper el juramento que la une a Lacez. Afortunadamente, los dos, que no quieren saber nada el uno del otro, deciden mantener el pacto hasta que ambos estén fuera de peligro. Hasta entonces, ¡acuerdan una "alianza temporal"! Tras muchas vueltas y revueltas, por fin ha llegado el final de su pacto temporal y Asella está a punto de anular por fin el juramento, ¡pero la actitud de Lasez cambia de repente! ¡De la nada, declara que ya no puede anular el juramento! Por si fuera poco, su segundo caballero, Kairos, que de algún modo recogió por el camino, empuja a Lasez afirmando que se convertirá en su primer caballero. Incluso el príncipe heredero, que era el protagonista masculino original, y Edward, el playboy del Imperio, le ruegan que los tome como su caballero. Lo mismo ocurre con Herhuis, un Espíritu de alto rango que empieza a sentir celos de todos esos hombres que rodean a Asella. Una miríada de hombres tendiéndole la mano a Asella, ¡que solía ser una Espíritu abandonada e inútil! Para ella, que sólo intentaba sobrevivir tranquilamente en esta novela, su vida acabó dando un giro agobiante... "¡No te obsesiones con un Espíritu como yo!".